¿CÓMO ENCONTRAR LA SALIDA DE LOS PROBLEMAS?
En mi opinión, cuando estamos encerrados en un problema no recurrimos a lo que más nos puede ayudar a salir de él: la objetividad, la calma, la consciencia, la imparcialidad de juicio.
Se sabe que la mejor forma de ver y entender un problema es salirse del problema. Algunos lo llaman “subir al balcón”, porque se supone que si uno se sube a un balcón –simbólico- lo va a ver desde fuera y desde arriba, como algo que no es propio y no le afecta, algo que está sucediendo fuera de sí mismo y entonces, sin la presión y la tensión que se crean ante la toma de decisiones que afectan directamente a la estabilidad emocional o financiera, se puede ver con más equilibrio.
Otro método que también se utiliza –y que es realmente eficaz si se hace bien- es el de imaginar que lo que le pasa a uno en realidad le pasa a una amiga que viene a pedirnos consejo sobre cómo resolver lo que le está pasando. Repito que es imprescindible hacerlo bien, ser capaz de salir del agobio propio y no partir desde el “no soy capaz de encontrar la solución”, entonces se produce la magia en la que uno es capaz de observar desde fuera lo que le pasa “a la amiga” y es cuando puede darle unos consejos que luego tomará para sí.
A otras personas les funciona el método de la silla vacía o alguna versión del mismo. Básicamente se trata de sentarse en una silla, con el respaldo recto para tener mejor postura, y cerrar los ojos para imaginar que una persona -que es uno mismo- sale de sí mismo y se dirige a una silla vacía que está en frente y hace que se siente en esa silla, que se calme, y entonces se le pregunta “¿qué te pasa?”, se escucha ese problema –que ya no es propio sino del que está sentado en la silla de enfrente- y se le aportan soluciones o puntos de vista distintos… que luego aprovechará uno.
Otras personas recurren a amigos o familiares de confianza que les han demostrado en otras ocasiones que son capaces de ayudar bien, o recurren a profesionales de la materia que se trate porque con sus conocimientos y experiencia pueden ayudar.
En estos métodos, y en otros similares que hay, se trata de lo mismo: salirse del problema para ver mejor el problema y no pretender resolverlo desde los nervios y la tensión en los que uno está, porque eso impide ver con claridad las posibilidades y las salidas.
Como sugerencia está bien esa de que “puede que la actitud positiva no sea suficiente para resolver los problemas, pero seguro que es indispensable”. No hace falta pensar mucho: hace falta pensar bien, porque la tendencia habitual es a dar vueltas y vueltas a lo mismo sin abrirse a nuevas soluciones o salidas.
La puerta de salida siempre estuvo ahí, la veíamos, intuíamos que saliendo del problema encontraríamos al otro lado la solución, pero… nos empeñamos en girar el picaporte y empujar con toda nuestra desesperación hacia afuera, cuando resulta que había que girar el picaporte y tirar suavemente hacia adentro.
Te dejo con tus reflexiones…
Francisco de Sales
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