La escritura tuvo en sus inicios un carácter tabú para los antepasados, quienes consideraban la palabra sagrada y el verbo divino, y esta creencia pudo haber sido un obstáculo para el uso de la escritura. Sin embargo, a lo largo de los siglos, no solo la escritura perdió su sentido, sino que también perdió sus formas y sentidos primitivos a favor del sentido de las palabras, de su fonética. Las palabras se volvieron fetiches, más particularmente aquellas que se consideraban palabras de Dios. El esfuerzo mismo de Moisés contra el fetichismo se tornó un fetiche supremo. Se dice que Moisés recibió de la mano de Dios en el monte Sinaí la Ley oral (cábala) al mismo tiempo que la Ley escrita (torah).
La ley transmitida de forma oral se basaba en una iniciación, y una experiencia directa, haciendo así alusión a una perspectiva mucho más mística. La ley escrita suscita todo tipo de reflexiones, de debates y profundos estudios de orden moral, religioso o incluso jurídico. La práctica de la cábala, tal como fue creada, es ante todo una experiencia espiritual individual. Afecta al individuo, más que a la comunidad. Y si a partir de este principio, y por ayudar a aquellos que desean acceder a ellas, se han elaborado, y más tarde instituido, unas reglas de conducta moral y social, y luego jurídicas, cuyas fuentes de inspiración las encontramos en el Talmud, fue únicamente con el fin de preservar y aprovechar las enseñanzas de experiencias humanas individuales, anteriores y ejemplares, que pueden ser útiles a las comunidades actuales y futuras, y favorecer la realización del ser humano.
La invocación de los espíritus supuestamente inspirados por la divinidad condujo directamente al establecimiento de la autoridad de la iglesia (lo canónico), mientras que la evolución de las formas civiles, condujo al florecimiento de la autoridad del estado (el derecho).
En este artículo se utilizará la palabra código en sus dos sentidos, el correlacional y el institucional. En la acepción correlacional un código es la instauración de relaciones de equivalencia absoluta entre expresión y contenido, el mejor ejemplo es la criptografía. En la acepción institucional un código es el cuerpo orgánico de leyes fundamentales como el código jurídico o un conjunto de normas cuyo carácter orgánico no siempre es explicito como el código caballeresco.
La palabra canon se entenderá como las ideas divinas que surgen de la conciencia grupal subjetiva y adoptan esas formas mentales que pueden ser apreciadas y apropiadas por la mente y el cerebro humano durante determinada época. Es la fuente del diseño que da forma a un Plan.
Código sustantivo espiritual:
Todos los seres humanos nacen libres e iguales
en dignidad y derechos y, dotados como están
de razón y conciencia, deben comportarse
fraternalmente los unos con los otros.
Declaración Universal
El código se basa en cuatro leyes demostradas en cuatro teorías que el discípulo aceptará a manera de hipótesis, dignas de consideración y aprobación. Se ha de mantener una mente abierta y seriamente valorar y considerar las teorías e ideales, las leyes y verdades, que han llevado a muchas personas de la oscuridad a la luz del conocimiento y la experiencia. Las cuatro teorías son: La Teoría hilozoísta, La Teoría de autodeterminación, la Teoría de la evolución de la luz, La Teoría del Renacimiento. Dichas teorías se condensan en los siguientes postulados.
1. Existe en nuestro universo una Vida, causa responsable de todas las formas.
2. Esa Vida que se manifiesta a través de las Formas, produce un tercer factor: la Conciencia.
3. El desenvolvimiento de la conciencia, constituye el objetivo por el cual la vida toma forma.
4. Todas las vidas se manifiestan cíclicamente.
Tales son las grandes verdades subyacentes que constituyen la base de la Sabiduría Eterna, o la trama de la vida y el desarrollo de la conciencia, mediante la cíclica adquisición de la forma.
La primera teoría busca demostrar la ley de la electricidad, la segunda la ley de atracción, la tercera la ley de polaridad y la cuarta la ley de periodicidad. Una ley es el impulso espiritual, incentivo y manifestación de la vida de ese Ser en el cual vive y se mueve. Ese impulso expresa un propósito inteligente, sabiamente dirigido y basado en el amor.
El intérprete de tales teorías utiliza el razonamiento deductivo para pasar de las teorías a los hechos.
Las leyes:
La creciente ciencia de relaciones sociales, de responsabilidad social o vida cívica coordinada, de economía científica y de interrelaciones humanas, el constante desarrollo del sentido de internacionalismo, de unidad religiosa y de interdependencia económica, indican los impulsos de la vida del alma que actúan en el plano físico y en la familia humana. Las leyes del alma son:
1. La ley del sacrificio.
2. La ley del impulso magnético.
3. L a ley del servicio.
4. La ley de repulsión.
5. La ley del progreso.
6. La ley de respuesta expansiva.
7. L a ley de los cuatro inferiores.
Las siete leyes espirituales están detrás de todas las diversas presentaciones de la verdad religiosa, tales como han sido dadas por los Instructores mundiales en el transcurso de las edades. No obstante, se requiere mucha visión interna espiritual para ayudar al discípulo común a comprender la analogía o la tendencia de las ideas que, por ejemplo, vinculan:
1. Las bienaventuranzas dadas por Jesucristo y las siete leyes. (Cristianismo)
2. Las etapas del Óctuple Sendero dadas por el Buda y las potencias del alma. (Budismo)
3. Los ocho Medios de la Yoga de Patanjali, y el septe¬nario de influencias. (Hinduismo)
4. Los Diez Mandamientos de la religión semítica y las siete leyes espirituales. (Judaísmo)
Una de esas leyes espirituales es la ley del sacrificio, que significa salvación. El instinto de perfeccionarse, el ansia de progresar, el esfuerzo por aliviar la mala situación, la tendencia a la filantropía, que tan rápidamente se está extendiendo por el mundo, y el sentido de responsabilidad, que permite al hombre comprender que es el custodio de su hermano, son todas expresiones de este instinto de sacrificio. Un estudio de la parábola del Hijo pródigo muestra el significado del sacrificio. El hijo pródigo sacrificó el hogar del Padre cuando decidió alejarse hacia lejanos países.
Desperdició y sacrificó su “fortuna” por haber abusado de la experiencia de la vida en la tierra, hasta que agotó todos sus recursos y tuvo que sacrificar lo que tanto había querido, pero descubrió que no lo satisfacía.
Los primitivos ritos de sacrificio dieron origen a las ceremonias más recientes del sacramento. Con el pasar del tiempo únicamente el sacerdote comía parte del sacrificio canibalístico o bebía una gota de sangre humana, y luego los demás compartían el sustituto animal. Estas ideas primitivas de rescate, redención y pactos evolucionaron a los servicios sacramentales de épocas más recientes. Toda esta evolución ceremonial ha ejercido una enorme influencia socializadora. Los siete sacramentos, que van desde el bautismo hasta la extremaunción, son los que otorgan la gracia interna y espiritual, para purificarnos y alcanzar la salvación.
Los principios:
Un principio es aquello que encarna algún aspecto de la verdad en el que está basado nuestro sistema. Es aquello que da vida a la afirmación de que el mayor bien es para el mayor número.
Dos series de principios controlan la vida humana -el egoísmo y el altruismo, el bien individual y el bien grupal, la meta objetiva y la meta subjetiva, el incentivo material y el impulso espiritual, el patriotismo nacional y el ideal mundial, la creencia religiosa separatista, la federación de religiones y el conjunto de dualidades que indican sencillamente el realismo de quienes son personalidades (integradas y separatistas) o almas (alineadas y conscientes del grupo). Su relación con la mente.
Los siete principios, o axiomas, como están descritos en el Kybalión son:
1. Mentalismo. El Todo es mente; el universo es mental.
2. Correspondencia. Como es arriba, es abajo; como es abajo, es arriba. Afirma que este principio se manifiesta en los tres Grandes Planos: El Físico, El Mental y El Espiritual.
3. Vibración. Nada está inmóvil; todo se mueve; todo vibra.
4. Polaridad. Todo es doble, todo tiene dos polos; todo, su par de opuestos: los semejantes y los antagónicos son lo mismo; los opuestos son idénticos en naturaleza, pero diferentes en grado; los extremos se tocan; todas las verdades son medias verdades, todas las paradojas pueden reconciliarse.}
5. Ritmo. Todo fluye y refluye; todo tiene sus períodos de avance y retroceso, todo asciende y desciende; todo se mueve como un péndulo; la medida de su movimiento hacia la derecha, es la misma que la de su movimiento hacia la izquierda; el ritmo es la compensación.
6. Causalidad. Toda causa tiene su efecto; todo efecto tiene su causa; todo sucede de acuerdo a la ley; la suerte o azar no es más que el nombre que se le da a la ley no reconocida; hay muchos planos de casualidad, pero nada escapa a la Ley.
7. Creatividad. Todo tiene su principio masculino y femenino; El género existe por doquier, el género se manifiesta en todos los planos. En el plano físico es la sexualidad.
Estos siete principios han sido considerados en ocasiones leyes, y en realidad tienen relación con siete Leyes menores que producen el desarrollo evolutivo del hombre como personalidad y del hombre como alma. Dichas leyes son:
1. La Ley de Vibración, la ley atómica del sistema solar.
2. La Ley de Cohesión, un aspecto de la Ley de Atracción.
3. La ley de Desintegración.
4. La Ley del Control Magnético, que rige el control de la personalidad.
5. La Ley de Fijación, por la cual la mente controla y estabiliza.
6. La Ley del Amor, por la cual se trasmuta la naturaleza inferior de deseos.
7. La Ley del Sacrificio y de la Muerte.
Las reglas:
Siete reglas contienen las ideas-ideales que revelan el significado de la trama de la vida e indican las tendencias cualitativas que rigen y determinan la vida síquica. Estas reglas son las que provocan los acontecimientos fenoménicos que más tarde forman parte de la historia. Son como hilos transversales que van dando forma a los planes de desarrollo. Las Reglas que inducen a que el alma controle expresan la cualidad divina y conducen a la revelación de la naturaleza de Dios, que es amor. Esas siete reglas son:
1. La tendencia a la síntesis.
2. La visión compartida.
3. La formulación del plan.
4. La imaginación creadora.
5. El análisis de sistemas.
6. El idealismo de los líderes.
7. La interacción de las dualidades.
Las normas que el discípulo ha de seguir mientras se esfuerza perseverantemente por recorrer el camino se encuentran en el artículo sobre emprendimiento, ellas muestran los detalles del arte de vivir.
Código ético: pedagogía, psicología, sociología.
Actuar siempre con cautela,
también con la inteligencia
no importando la presencia
de un problema.
Sin rumbo alguno.
Para conformar un código ético es necesario pasar de las costumbres a las normas, lo que se realiza mediante razonamiento inductivo: se analizan varios hechos que permitan inferir una regla general.
La ética y la moral en su triple contenido, las costumbres, el comportamiento y el carácter, están referidas siempre a maneras de estar en el mundo. El estar en el mundo, la representación de lo existente y la apuesta a una manera de estar mejor en él, se convierten en problemas vivenciales que requieren el uso de la razón como recurso mental.
El cuidado de sí abre la puerta a la reflexión, es decir, al uso de la razón para construir subjetividad, no importando que dicha subjetividad esté al servicio del reconocimiento del héroe ante su propia comunidad como campeón de la patria.
La pedagogía tiene la función de de dotar al sujeto de aptitudes, capacidades, saberes, que no poseía antes y que deberá poseer al término de esa relación pedagógica. Podría llamarse psicagógica a la transmisión de la verdad que tiene por objetivo modificar el modo de ser de ese sujeto al cual nos dirigimos, ese es el objetivo de la terapia y el punto de encuentro de la salud con la educación. Las terapias psicológicas facilitan el desaprendizaje, la desestructuración del sistema de creencias como en el caso de la terapia cognitiva.
Los deseos y las creencias no sólo son fuerzas que hacen que las personas actúen de tal o cual manera, sino que tienen sentido como el resultado aparentemente bueno que es correlativo al carácter deseable de la acción. La conciencia moral es tan sólo un nombre aplicado al conocimiento y reconocimiento humano de aquellos valores éticos y morales emergentes que el deber demanda que el hombre obedezca en el control y guía diarios de la conducta. La conciencia espiritual esclarecida del hombre civilizado no se preocupa tanto por una creencia intelectual específica o por un modo particular de vida como por descubrir la verdad del vivir, la técnica buena y justa de reaccionar a las situaciones constantemente recurrentes de la existencia mortal. Esa conciencia espiritual se fortalece desde la anagogía.
La sociología por su parte, contribuye a la conformación del código ético desde el punto de vista de la conformación de grupos y la convivencia. La idea de una posición de clase, de efecto de partido, la pertenencia a un grupo, la pertenencia a una organización, la formación del analista, nos remiten sin duda a las cuestiones de la condición de la formación del sujeto para tener acceso a la verdad, pero se las piensa en términos sociales. Se corre el riesgo de que la sociología degenere en demagogia, si no se cuenta con unos mínimos éticos que permeen la voluntad del pueblo, estos valores mínimos estarían constituidos por las tres generaciones de Derechos Humanos.
Lo natural:
instinto Lo moral:
intelecto Lo espiritual:
intuición
Deseo
Competitividad
Egoísmo
Conflicto
Diversidad
Anarquía
Sexo Libertad
Solidaridad
Empatía
Conciliación
Correlación
Liderazgo
Fusión Voluntad
Cooperativismo
Altruísmo
Armonía
Unidad
Participación
Amor
¿Qué criterio puede aplicar el hombre para saber cuál de las distintas actividades a emprender es la correcta? En otras palabras, ¿existe un algo revelador que permite al hombre, inequívocamente, elegir la correcta actividad y seguir el camino correcto?
Al resolver problemas, ciertas amplias discriminaciones pueden preceder a las más sutiles, y cuando se toman decisiones, entonces las más sutiles pueden reemplazarlas. La elección entre la acción egoísta y la altruista es la más fácil a seguir al elegir entre lo correcto y lo incorrecto, y fácilmente es determinada por el alma honesta. Una elección que involucra la discriminación entre el beneficio individual y la responsabilidad grupal, elimina rápidamente otros factores, y esto resulta fácil para el hombre que se hace cargo de su debida responsabilidad. Luego viene la diferencia entre lo conveniente, implicando los factores de las relaciones comerciales y financieras, conducente a una consideración del máximo bien para todos: la relación costo-beneficio.
La creencia en la actuación de la Ley de causalidad y también una demostración de esa firme decisión, es la mejor forma en que la personalidad puede aprender a ajustarse a las decisiones de su propia alma.
Código de procedimiento espiritual: jurídica, ética y ascética.
Juega con tus cartas limpias
en el juego de la vida.
Al morir nada te llevas,
vive y deja que otros vivan.
El juego de la vida.
A las leyes de la libertad se les conoce como leyes morales, cuando afectan las acciones externas y a su conformidad con la ley se llaman jurídicas, pero cuando las leyes son los fundamentos de determinación de las acciones entonces son éticas. En el primer caso se habla de la legalidad y en el segundo de la moralidad. La gimnasia ética consiste en luchar contra los impulsos naturales hasta dominarlos en los casos en que peligra la moralidad; por tanto, nos hace valerosos y alegres gracias a la conciencia de haber reconquistado la libertad.
La inquietud de sí aparece como el principio constitutivo de nuestras acciones y por eso mismo como un principio limitativo, si se tiene en cuenta las máximas de que la libertad individual termina donde empieza la libertad del otro, que “el bien general prima sobre el interés particular”. El sujeto, descubierto en la inquietud, es todo lo contrario de un individuo aislado: es un ciudadano del mundo. La inquietud de sí se impone en razón de los defectos de la pedagogía, se trata de completarla o sustituirla, se trata de dar una “formación ética”. La práctica de sí se convierte en una práctica adulta que ha de ejercerse durante toda la vida en sus tres funciones: física, curativa y crítica. La práctica de sí se concibe como un combate permanente para desarrollar valentía y coraje, permite deshacerse de todos los malos hábitos, curar las enfermedades del alma.
Desaprender es una de las tareas más importantes de la cultura de sí.
La ascética se presenta como el conjunto de ejercicios que son accesibles, recomendados e incluso obligatorios, o en todo caso, utilizables por los individuos en un sistema ético, filosófico o religioso a fin de alcanzar un objetivo espiritual definido. Se entiende por objetivo espiritual la mutación, transformación o transfiguración de sí mismo en cuanto sujeto de acción y sujeto de conocimientos verdaderos. La ascesis busca una relación de sí consigo que sea plena, consumada, completa, autosuficiente y susceptible de producir la transfiguración de sí que es la felicidad (la beatitud) que uno conquista consigo mismo.
Los procesos: transmutación, transformación, transfiguración.
Mientras que lo jurídico se centra en la legalidad, la conformidad con las normas sociales, la ética se centra en la moralidad, pretende establecer la conformidad con las normas morales y la religión se centra en la santidad, conformidad con las leyes divinas. Un proceso disciplinario es aquel en el que se siguen las etapas que llevan a la sentencia de culpabilidad o inocencia, un proceso moralizante a y un proceso espiritual a decretar el cumplimiento del Plan divino. La espiritualidad es ese conjunto de acciones que llevan a que el Yo se modifique, se purifique, transforme y transfigure.
La transmutación se da a nivel del átomo y vemos sus resultados en el temperamento de una persona. Es un proceso físico-químico que consiste en liberar los electrones (negativos), así se produce irradiación.
La transformación se da a nivel de la mente, es un proceso semiótico que consiste en hacer un análisis de las representaciones. El proceso inicia al definir y describir el objeto cuya imagen se presenta a la mente, segundo, se analiza y evalúa, esto es, se calibra su valor, por último, se sintetizan las virtudes para acceder a la grandeza del alma. La personalidad raramente es al comienzo lo que será más tarde, por tal motivo existe, al menos en la primera mitad de la vida, la posibilidad de su acrecentamiento o modificación. Un ejemplo clásico de transformación es el encuentro de Nietzsche con Zarathustra, que hizo del aforista crítico un poeta trágico y un profeta. Un ejemplo similar es Pablo, quien en el camino a Damasco enfrentó de repente a Cristo.
La transfiguración se da a nivel del alma, es un proceso psicológico que consiste en hacer un análisis de las imágenes mentales, de los símbolos. Cuando las fantasías son dibujadas, surgen símbolos que pertenecen principalmente al tipo mandala, el canon de diseño. El canon está evocando y tratando de despertar la conciencia, pues la conciencia es la reacción de la activa inteligencia al canon. Cuando la personalidad condicionada se une con el canon tiene lugar la transfiguración, la forma se desintegra y desaparece. El caso que conocemos de transfiguración es el de Jesús de Nazaret, momento en el que conoció la Voluntad del Padre para continuar con el Plan de salvación.
Las técnicas: reflexión, proyección, conversión y salvación.
En occidente hemos conocido y practicado tres grandes formas de ejercicio del pensamiento, de la reflexión del pensamiento sobre sí mismo, tres grandes formas de reflexividad: memoria, meditación y método. La memoria se da un acceso a la verdad en forma de reconocimiento. La meditación es un ejercicio del pensamiento sobre el pensamiento. El método permite establecer cuál es la certeza que podrá servir de criterio a cualquier verdad posible y que va a pasar de verdad en verdad hasta la organización y la sistematización de un conocimiento objetivo.
El movimiento de la memoria a la meditación fue de Platón a San Agustín, sería la meditación la que fundó y dio sentido al ejercicio tradicional de la memoria. Desde la Edad Media hasta la edad moderna la trayectoria fue de la meditación al método, de San Agustín a Husserl pasando por Descartes, quien fue el que el que fundamentó lo que constituye un método.
El método utilizado por la psicología, permitió identificar en el ser humano su ciclo vital y entender las crisis de desarrollo. Las crisis se convierten en puntos de tensión.
La proyección es la técnica utilizada para enviar energía mental cualificada y reconocida desde el punto de tensión, disipar el espejismo y ver la realidad tal cual es. La proyección nos permite convertirnos en seres creativos. La conversión nos lleva a prestar servicio.
La conversión ha sido una de las tecnologías del yo más importantes que ha conocido occidente. La noción de conversión tal como se desarrolló en el cristianismo a partir del siglo III utilizaba el término metanoia, esto es, penitencia y también cambio, un cambio radical en el pensamiento y el espíritu. A partir de la Revolución Francesa se comenzaron a definir esquemas de experiencia individual y subjetiva que serían la “conversión a la revolución”.
Posteriormente se pasó de la revolución a la adhesión a un partido político. Con el auge del pensamiento sistémico, el concepto de metanoia se transformó en metacognición, entendido como la capacidad de reflexionar sobre los propios procesos de pensamiento. Ya no serían tan importantes los ideales políticos (liberales o conservadores) sino los ideales de progreso sociotécnico (apocalípticos o integrados). Desplazamiento, trayectoria, esfuerzo, movimiento, son los conceptos que han de tenerse presentes en la técnica de conversión a sí, no obstante, la conversión entendida como arrepentimiento o renuncia, organizan y hacen posible la salvación.
En el concepto de salvación han entrado en juego acontecimientos históricos como la transgresión, el pecado, la caída, que hacen necesaria la salvación. Pero quien se salva es aquel que se encuentra en un estado de alerta, en un estado de resistencia, en un estado de dominio y soberanía de sí que le permite rechazar todos los ataques y todos los asaltos. El Yo es el agente, el objeto, el instrumento y la finalidad de la salvación. Salvarse implica asegurar la propia felicidad, tranquilidad, serenidad. La ataraxia y la autarquía son los dos estados de ánimo en los cuales la salvación encuentra su recompensa. La salvación es la espiritualización de la autorrealización de la conciencia moral, que adquiere de este modo un valor de supervivencia.
El concepto de liberación subyace en el amplio y moderno empleo de la palabra “libertad”, pero tiene un significado más sabio, apropiado y profundo. La libertad, en la mayoría de las mentes, consiste en liberarse de las reglas impuestas por cualquier hombre, en tener libertad para hacer lo que uno desea, pensar co¬mo uno determina y vivir como uno prefiere. La liberación es mucho más que todo esto; consiste en liberarse del pasado, tener libertad para progresar en ciertas y predeterminadas líneas (predeterminadas por el alma) y también para expresar toda la divinidad de que uno es capaz como individuo, o una nación puede manifestar al mundo. Durante la historia de los últimos dos mil años se han producido cuatro grandes acontecimientos simbólicos, los cuales secuencial¬mente han presentado el tema de la liberación, no simplemente el de la libertad.
1. La Vida de Jesucristo quien, por primera vez, presentó la idea del sacrificio de la personalidad, consciente y deliberadamente ofrecida para servir a la totalidad.
2. La firma de la Carta Magna el 15 de junio de 1215. d.C. En ella fue presentada la idea de la liberación de la autoridad, poniendo el énfasis sobre la libertad personal y los derechos del individuo.
3. La emancipación de los esclavos.
4. La liberación de la humanidad por las naciones unidas.
Las prácticas:
Así como la objetividad es dual, Vida-Forma, también lo es la subjetividad: Mente-Amor. Para llegar a la sabiduría es necesario utilizar la mente como instrumento, como intérprete, para que el amor pueda reemplazar la mente concreta y tome lugar la comprensión.
Hemos contado con una tecnología del Yo para tener acceso a la verdad y es lo que cierta cantidad de prácticas manifestaba en la Grecia arcaica y en la mayoría de civilizaciones: los ritos de purificación, las técnicas de concentración del alma, la técnica de la retirada (anacoresis), la práctica de la resistencia, la preparación purificadora para el sueño.
Para San Ignacio de Loyola un ejercicio espiritual es todo modo de examinar la conciencia, de meditar, de razonar, de contemplar; todo modo de preparar y disponer el alma, para quitar todas las afecciones desordenadas (apegos, egoísmos) con el fin de buscar y hallar la voluntad divina.
Todas las técnicas y prácticas que conciernen al habla y a la escucha, la lectura y la escritura constituyen la primera etapa, pero también el soporte permanente de esa ascesis como subjetivación del discurso de verdad. La primera etapa nos convierte en investigadores al hacer uso del método científico, la segunda etapa en comunicadores al hacer uso de los canales y medios que permiten interactuar a los emisores con los receptores, la tercera etapa nos convierte en ingenieros al utilizar las ideas que dan forma al Plan.
Tres libros esotéricos me sirvieron de fundamento para describir la vida divina, a medida que se expresa por medio de la conciencia de la humanidad. El primero contiene algunas implicaciones universales: Tratado sobre Fuego Cósmico. El segundo, Tratado sobre los Siete Rayos, proporciona una visión general del desarrollo sintético del hombre. El tercero penetra en el campo del trabajo sintético y es el Tratado sobre Magia Blanca.
El sistema canónico: del hermetismo a la hermenéutica.
Se cuenta que Thot fue el inventor de la escritura, un remedio contra la dificultad de aprender y retener que haría a los egipcios más sabios y serviría a su memoria. Para los griegos, Hermes es el dios del comercio y de la comunicación, y encarna las dos cualidades indispensables para el despertar de la inteligencia: la curiosidad y la creatividad.
La verdadera esencia de las ciencias herméticas se encontraba, por lo tanto, oculta en lo íntimo de los símbolos de la alquimia, la astrología, y la cábala. El alquimista llamaba oro a lo que el Evangelio llama el quinto reino y a lo que el budismo llama Nirvana. La cuádruple verdad se convertía en el óctuple camino iluminado.
Los estudiantes hallarán de interés poner a prueba su comprensión, acerca de las relaciones esotéricas que existen en las Sagradas Escrituras y las Leyes espirituales, y ver si pueden, por sí mismos, desentrañar los significados básicos y su relación con las siete inteligencias. A título de ilustración, trazaré e indicaré la relación que existe entre las siete leyes y los ocho medios de la yoga, porque esclarecerá la diferencia que existe entre los mé¬todos de la yoga, tal como la entienden el yogui y el esotérico comunes, y como la comprenden el discípulo entrenado y el terapeuta.
METODOS INTELIGENCIAS LEYES
1. Los cinco Mandamientos La fuerza del segundo tipo La Ley del Impulso Magnético
El deber universal Los Maestros. Inclusión. Atracción
2. Las Reglas del vivir La fuerza de cuarto tipo La Ley del Sacrificio
El autoentrenamiento Los Creativos. “Muero diariamente”
3. Posición La fuerza de sexto tipo La Ley del Servicio
Actitud equilibra¬da Los Líderes. Correctos ideales o relaciones.
4. Pranayama La fuerza de séptimo tipo La Ley de Progreso
La ley del vivir rítmico Los Organizadores La Ley del Desarrollo espiritual.
5. Pratyahara La fuerza de primer tipo La Ley de Repulsión
Abstracción, Abstención Los Gobernantes El repudio del deseo
6. Atención La fuerza de tercer tipo La Ley de la Amplia Respuesta
Correcta orientación Los Ingenieros
7. Meditación La fuerza de quinto tipo La Ley de los Cuatro Inferiores
Correcto uso de la mente. Los Investigadores. “El alma está en meditación”
8. Resultado Contemplación Total desapego espiritual.
Todo lo que puedo hacer en esta parte final del artículo es impartir la verdad de tres maneras. Iluminando la mente del estudiante a medida que analiza la imagen del caduceo de Hermes. Segundo, llevándolo a la comprensión que alcanzará cuando correlacione y reflexione sobre los diversos fragmentos esotéricos que se hallan esparcidos en sus páginas. Tercero, Invitándolo a estudiar los distintos diagramas y clasificaciones que se hallan diseminados en este artículo, así como los hexagramas del I Ching (los signos del cambio).
Los principios enunciados por los textos interpretados según un código (el de la cábala por ejemplo) animan a la benevolencia, a la generosidad, al espíritu de tolerancia, al diálogo sistemático, a la constante puesta en duda de las propias convicciones a la luz de los hechos y circunstancias de la propia vida, pero también de sus actos, y a lo que los místicos consideran unificación. El Sello de Salomón o la Cruz de David son símbolos unificadores. El zodíaco es uno de ellos así como los hexagramas del I Ching. El símbolo unificador tiende a conciliar todo lo que parece irreconciliable, a juntar los contrarios y a unir los opuestos.
CABALA ASTROLOGI ALQUIMIA TAROT MAGIA
HE.
Yo Tauro
El Tener Bastos Tierra
YOD.
Soy Escorpio
El Ser Copas Agua
VAU.
Ese Leo
El Poder Espadas Fuego
HE.
Ser Acuario
El Servir Oros Aire
El caduceo reúne también los cuatro elementos de la naturaleza y su valor simbólico: la varita corresponde a la tierra, las alas al aire, las serpientes al fuego y al agua. Para los romanos, por ejemplo, el caduceo representa el equilibrio moral y la buena conducta: el bastón representa el poder, las dos serpientes la prudencia, las alas la diligencia, el casco los pensamientos elevados. La dualidad de las serpientes y de las alas representa ese supremo estado de fuerza y de dominio de sí que puede conseguirse tanto en el plano de los instintos (serpientes) como en el plano del intelecto (aves). La Inteligencia aparece así como la fusión del instinto con el intelecto.
Comentarios
Manuel y Karen:
este conocimiento ha sido transmitido de diferentes formas, pero siempre parece nuevo.