Les contaré la historia que sucedió hace tres milenios, el amor de dos seres lindos e ingenuos
Una hermosa terrícola meditaba en la naturaleza, su corazón era de pureza
Una Luz cubrió el paraíso, una nave de cuarzo hizo su aterrizo
La terrícola sintió mucha armonía, de la nave bajo un ser de bella energía
La linda terrícola estaba preparada, el ser se acercó como la luz de un hada
Bienvenido a la tierra dijo la mujer, soy una terrícola y para mi tenerte aquí es un placer
El extraterrestre con rostro de ángel y altura de dos metros la empezó a contemplar con dulce mirar
Dijo el extraterrestre, gracias preciosa, tu hermosura es de una diosa
Te he observado por mucho tiempo, soy tu admirador silencioso como el viento
Dijo la mujer, que deseas de mi precioso ser, estoy feliz de verte en este atardecer
Mis ojos te ven con dulzura, por tu gran paz, amor y hermosura
El extraterrestre respondió, eres el amor de anteriores vidas, por eso mi corazón nunca te olvida
Yo presiento lo mismo dijo la mujer, te amo bello ser mas allá de mi placer
Intercambiaron por varias horas, palabras de ternura, sus corazones vibraban de dulzura
Se despidieron por ese día con mucho cariño, su amor parecía de inocentes niños
Se encontraban todas las tardes en la pradera, su amor parecía de la nueva era
Un día unieron sus labios y cuerpos, sus energías vibraban como creación del edén en el huerto
Se amaron con humilde pasión, sus seres estaban unidos de corazón
El extraterrestre hablo con la alta constelación, le dieron permiso por su verdad y razón
La mujer y ser se fueron en la nave de cristal, al planeta donde dulcemente la iban a adoptar
Llegaron a un hermoso paraíso, donde había unión y el Amor era su aviso
Vivieron felices para siempre, ella tuvo muchos hijos de su vientre
Unieron su ADN, creando seres más superiores en conciencia, este relato no lo sabe ni la ciencia
Mi ser recordó vidas anteriores, lo plasmo para que crean en el amor de los seres superiores.
Bendiciones,
Yider Elder Araque Cerón
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