En la segunda guerra mundial, donde se olvidó el amor incondicional
Hitler, de equivocada inteligencia, cerró el despertar de conciencia
1943 en los campos nazis, estaba Ashira y su hijo, de descendencia judía; encerrados noche y día
Su esposo había muerto en la cámara de gas, y varios familiares además.
El niño llamado Ahmed, lloraba sin cesar, su madre tristemente lo sabía consolar
Un pan tieso con agua era su comida, angustiosa y amarga vida sufrida
Los golpes de los militares no se hacían esperar, la madre cubría a su hijo para poderlo escudar
La desnutrición fue evidente, se miraba los huesos de cada ente.
Ashira le decía a su hijo, SALDRAS DE AQUÍ Y VIVIRAS, VALIENTE, JUSTO Y SABIO SIEMPRE SERÁS
La madre le repetía esas palabras con fe inamovible, ya que todo es posible
Un día Ashira, estaba agotada de tanto trabajar, un soldado despiadado la quería maltratar
Pero de repente una voz, fuertemente habló y dijo, no toques a la mujer ni tampoco a su hijo.
El soldado dijo, comandante Axel, como ordene, dejo en sus manos para que usted esta gente condene
La mujer le agració, él tristemente los vio
Era un hombre que no compartía la maldad, pero tenía que obedecer las órdenes de aquella equivocada sociedad
Brindó agua y alimentos a Ashira y su tierna criatura; se reflejó por un momento la fraternal hermosura.
Axel, recordaba a sus hijos y esposa; deseando para la dama y el niño una vida maravillosa
A escondidas se hizo amigos de ellos, eran tiempos terribles aquellos
Una noche el comandante, entró al cuarto de reclusos, despertó a Ashira y Ahmed, saliendo suavemente como intrusos
Les dijo, persuadí a dos soldados, deben de salir de aquí rápidamente mis amados.
Les pasó una gran tijera para cortar la gruesa maya y alambre, también algo de comida cuando salieran para calmar su hambre
Les dio una dirección donde los podían ayudar, la madre en el bolcillo del niño,el papel pudo guardar
Rápidamente a la cerca llegaron, los alambres con esfuerzo cortaron
Ashira, le dijo al niño, debes de ser valiente, ya tienes diez años, tu misión en el futuro es ayudar a la gente.
Ahmed, pasó primero, de repente unas luces y alarmas se encendieron; los soldados hacia ellos corrieron
La mamá dijo, ¡corre, corre hijo de mi alma!, recuerda que tu madre en cualquier lugar donde este siempre te ama
SALDRAS DE AQUÍ Y VIVIRAS, VALIENTE, JUSTO Y SABIO SIEMPRE SERÁS
Las lágrimas de ambos caían con dolor, sonaron dos disparos, donde murió su gran amor.
Ashira falleció con la mano en el corazón, partió a la luz de la paz y comprensión
El comandante Axel, por traición fue fusilado, pero ayudó al prójimo amado
Ahmed, con tristeza y dolor llegó al sitio donde buenos seres lo ocultaron; amor y abrigo le brindaron
Cuando la segunda guerra mundial terminó, una leve paz dominó.
Ahmed, creció y perdonó de corazón, pero los recuerdos de su madre los llevaba en el alma y razón
A una de sus hijas, Ashira la bautizó, una nueva vida Ahmed con su familia comenzó
La guerra solo trae dolor, pero a los oscuros les digo, pase lo que pase reinará el amor
Gracias Dios, por la piedad, en tiempos cercanos, regirá la santidad.
Bendiciones,
Yider Elder Araque Cerón
Comentarios
Gracias Celina, bendiciones a tu alma!
Gracias Maria del Pilar por tu cariño, bendiciones!
Gracias Maestra Maya por tu divina luz, bendiciones eternas!