Alan Watts es mundialmente conocido como el mejor intérprete occidental del pensamiento oriental. Profundo conocedor del hinduismo, del budismo y del taoísmo, insistió en dar una perspectiva del ser humano como un aspecto integral de la naturaleza. No vinimos a este mundo: crecimos de él
, solía decir.
Alan Watts daba sus charlas y conferencias sin utilizar notas escritas. A menudo hablaba durante una hora antes de inquirir si alguien tenía preguntas que hacer. Una de las más frecuentes era: ¿Qué me ocurrirá cuando muera?
A lo cual solía responder: ¿Quién hace la pregunta? Si se identifica usted como un individuo aislado que existe separado del mundo, lo normal es pensar que será aniquilado; pero si se ve usted a sí mismo como un acontecimiento de la Vida, sin aferrarse a la identidad individual, todo cambia
.
Extracto del libro
Me tomaré la libertad de empezar diciendo algo sobre mí mismo y sobre mi papel al hablarles de cuestiones filosóficas, porque quiero que quede bien claro que no soy un gurú. En otras palabras, yo hablo sobre lo que denominamos "esas cosas", y ello incluye una multitud de intereses que tiene que ver con la filosofía oriental, la psicoterapia, la religión, el misticismo, etcétera. Hablo sobre ello porque estoy interesado en todo ello y porque disfruto al hacerlo. Cualquier persona sensible se gana la vida haciendo lo que le gusta hacer, y eso también vale para mí. Al decir que no soy un gurú, también quiero decir que no trato de ayudarles ni de mejorarlos. Les acepto tal y como son. No he venido para salvar al mundo. Claro está que un riachuelo que fluye desde las montañas hace lo que tiene que hacer, y si le sirve de ayuda a un viajero sediento, pues estupendo. Cuando un pájaro canta no lo hace por el bien de la música, pero si alguien se detiene a escucharle y le gusta, pues eso también es estupendo; yo hablo con ese tipo de actitud.
No cuento con un grupo de seguidores. Tampoco trato de conseguir discípulos, pues trabajo sobre el principio del médico más que del sacerdote. Un médico siempre trata de deshacerse de sus pacientes y los despide sanos para que se valgan por sí mismos, mientras que un sacerdote trata de obtener miembros para una organización religiosa, a fin de que continúen pagando sus cuotas, la hipoteca de un costoso edificio, y para que, generalmente, pertenezcan a una iglesia, aireen su pertenencia a la misma y así poder probar con números la veracidad de sus principios. Mi objetivo es deshacerme de ustedes, para que así no me necesiten ni a mi ni a ningún otro maestro. Me temo que algunos de mis colegas no aprobarán esta actitud porque existe la creencia general que a fin de avanzar en la vida espiritual, sea lo que sea, resulta esencial tener un gurú, al que se presta una perfecta obediencia.
Así que a menudo me hacen la pregunta: "¿Es realmente necesario tener un gurú?" Sólo puedo responder de la siguiente manera: "Sí, lo es, sí así lo cree"...
Comentarios
A los dos Manuel:
gracias por el libro.
Gracias Manueles.
Magnifico regalo.Muchas gracias
Gracias