¿Sabías que tu hogar define tu nivel de felicidad?
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Básicamente, tu hogar es una extensión de lo que eres: lo que haces dentro de esas cuatro paredes en las que vives da forma a tu estado de ánimo, afecta a tu productividad e influye tu actitud ante la vida.
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Pero no acaba ahí: existen estudios científicos que demuestran que ajustar ciertos hábitos y rutinas en casa y que afectan a nuestra vida cotidiana, puede causar un gran impacto en nuestra felicidad.
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Sí, como lo lees: con solo unos pequeños ajustes puedes hacer de la felicidad un estilo de vida, no un plan incierto de un futuro lejano.
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Son sencillas pero muy efectivas, y lo más importante: está demostrado que te ayudan a adoptar una actitud más positiva y te hacen más feliz.
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Tómate unos minutos para leerlas, y ponerlas en práctica
1) Haz tu cama.
Puede parecer una tarea obvia, pero ¿a quién le gusta hacer la cama?
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No nos engañemos: hacer la cama es una obligación, y no motiva.
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Pero deberías saber algo: es uno de los hábitos más simples que puedes adoptar, y los tres minutos que tardas en hacer la cama pueden causar una gran diferencia en tu vida y un gran impacto en tu felicidad.
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2) Comprueba que todo esté en orden.
Es un hecho conocido: el desorden provoca estrés, y el orden crea un refugio para ese estrés.
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Esta rutina impulsora del buen humor es simple: toma 3 minutos para comprobar que cada salón o habitación de la casa están listos antes de irte (a menos que tengas un bebé o una pareja a quien le gusta simular terremotos, tres minutos es suficiente).
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3) Muestra objetos de valor sentimental alrededor de casa.
Una de las razones por las cuales las experiencias (y sus recuerdos) nos hacen más felices que las cosas materiales es por el ciclo de disfrute que esas experiencias nos proporcionan: desde la planificación de la experiencia, a las ganas de vivirla y la diversión del momento y terminando por el recuerdo que nos deja.
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Eso nos hace felices, así que trata de hacer de tu hogar una galería de recuerdos positivos para beneficiarte de su ciclo.
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4) Inicia un diario de gratitud
Simplemente el hecho de anotar un recuerdo feliz aumenta tu nivel de felicidad (si tienes niños, puedes preguntarles: “¿cuál fue la mejor parte del día de hoy?”).
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La reflexión es una parte importante de la felicidad, y haciendo una pausa para reflexionar sobre un hecho positivo de cada día estás cultivando la gratitud (además, con el paso de los años tendrás todas tus aventuras registradas y eso es una gran ventaja).
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5) Si no puedes salir de tus tareas, entra en ellas.
Hay tareas que no nos gustan y que no van a hacerse solas. Y por supuesto no estarán completas a menos que las hagas. Y ya que tienes que hacerlas, trata de que te gusten
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Por ejemplo, los platos no van a lavarse solos… así que trata de verle la parte buena a esa tarea.
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Y para eso no hay nada mejor que “entrar de lleno” en eso: ‘entra’ a lavar los platos.
Siente el agua caliente como calma tus manos. Disfruta el cosquilleo de las burbujas diminutas.
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Pon música a un volumen alto si lo prefieres, incluso puedes hacer pompas cerrando el puño con el jabón de los platos… Lo que sea, pero pretende que te encante.
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6) Antes de levantarte, establece una intención para el día.
En “El arte de la felicidad”, el Dalai Lama dice “Cada día, al despertarte, piensa: hoy soy afortunado por vivir, tengo una vida preciosa y no voy a desaprovecharla”.
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Cada día cuando despiertes piensa: “hoy tengo la suerte de estar vivo, tengo una vida preciosa y no la voy a perder”.
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Lo cierto es que establecerte una intención diaria hace una gran diferencia.
Tu intención diaria podría ser algo así como “ser productivo” o “disfrutar de deliciosos momentos hoy”, e incluso puede ser algo más específico como dar las gracias a tus seres queridos hoy.
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Pero no debería convertirse en otra “tarea por hacer” en tu lista del día, sino que va más allá.
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7) Realiza pequeños favores sin esperar nada a cambio.
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Corta el césped en lugar de que lo haga tu esposo, pero sin esperar que después él te haga un masaje.
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O haz la cama para tu esposa, pero no trates de obtener “puntos extra” por ello.
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Incluso puedes sacar la basura si le tocaba a tu compañero de piso.
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Sea como sea, la capacidad de cultivar relaciones fuertes y saludables es uno de los mayores contribuyentes a la salud y la felicidad… Pero cuando se empieza a llevar la cuenta, el beneficio se pierde.
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No importa que no sea tu turno, es un hecho conocido que cuando haces el bien te sientes bien.
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8) Llama a un amigo o miembro de la familia al día.
Puedes hacer eso mientras limpias, mientras haces la cama o mientras paseas el perro.
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Realiza una llamada de teléfono a un ser querido, solamente para charlar y ponerse al día.
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Las personas somos seres sociales, y los estudios demuestran que incluso cuando no nos apetece o si somos naturalmente introvertidos, socializar con nuestros seres queridos nos hace sentir mejor.
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9) Gasta dinero en cosas que cultivan experiencias en casa.
Ahorra para un nuevo DVD para la noche de cine familiar, o un nuevo frigorífico.
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Algo que te anime a tener más gente y entretener.
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Por ejemplo planear una barbacoa en verano, invitar a tus amigos más cercanos, descansar y relajarse (y no te olvides de imprimir las fotos para recordar los buenos tiempos!).
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10) Dedica unos minutos cada día a encontrarte contigo mismo.
Los estudios demuestran que meditar entre 15 y 30 minutos ayuda a mejorar los niveles de bienestar y aumenta la felicidad; así que reserva unos minutos al día a cerrar los ojos y encontrarte contigo mismo.
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Enviado por Laura Silva (Método Silva)
ABUNDANCIA Y LA LEY DEL ORDEN. maya333god
Comentarios
fabuloso,gracias.
Wow ¡¡¡ Me encantoooooo, Agradezco que compartas toda esta bellísima información. Maya, abrazo fuerte con mucho cariño.
Maya, realmente espectacular, y el video, más que impecable, felicitaciones y gracias!!!,bendiciones de luz dulce Maya.