Te sigo amando, todo el tiempo vivido recordando
Donde está en espíritu presente, aunque tu cuerpo de mi esté ausente
Cada sonrisa añoro, eres mi secreto tesoro
Desde niño te aprendí a amar, en las noches estás en mí soñar.
Jugamos en la pradera, de la hermosa nueva era
El beso robado era mi travesura preferida, hoy estoy cerrando mi triste herida
Mirábamos juntos las estrellas, en mi corazón palpitaban mil centellas
Crecimos llenos de felicidad, se percibía en los dos la celestial humildad.
Nuestro pacto de novios hicimos al crecer, te dije: “siempre te voy a proteger”
La primera relación era una divina entonación, cada caricia de la piel se transformaba en canción
Donde el tiempo se detuvo, percibiendo el cariño puro
Descansabas en mi pecho, el amor en los dos estaba hecho.
Te contemplaba en silencio, antes y ahora tu aroma presencio
Pero de arriba todo viene planeado, un accidente con tu vida había acabado
Cuando recibí la noticia sentí que me derrumbaba, y todo acababa
Te miré en suelo ensangrentada, se habías cerrado tu mirada.
Te abracé, amargamente lloré
Quería irme contigo, y ser infinitamente tu abrigo
De tu tumba no me apartaba, y mi núcleo casi no lo soportaba
Encima de la bóveda dormía, por siempre serás mía.
El tiempo y las oraciones me ayudan a estar cuerdo, pero en mi alma y espíritu te recuerdo
Hoy he decidido dejarte partir, porque sé que juntos en la eternidad vamos a vivir
Gracias, lo siento, perdóname, te amo, me iré con Jesús el Cristo ungido en su bálsamo y dulce mano
Gracias Dios porque todo es evolución, volveré a cantar mi alegre canción.
Bendiciones,
Yider Elder Araque Cerón
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