En la hermosa Atlántida, eran muy felices; papá, mamá e hijo, unión de fuertes raíces
La madre ternura de Ser, Amor puro de lindo amanecer
El padre un gran hombre, serio, correcto y cariñoso; en su vida era muy prudente y cauteloso
Sabios por naturaleza, hermosos seres de gran belleza
El hijo, muy alegre, cantor y poeta; su vida pasada, una proeza
Familia hermosa de la Atlántida, se amaron de corazón más allá de sentimiento y razón
Los padres eran sacerdotes de la protección, la Atlántida la amaban de corazón
Un día la maldad en la ciudad se extendió, el anuncio de catástrofe llegó
Se despidieron de su hijo y dijeron, hijo tienes que vivir, debes irte para la muerte no sentir
El hijo, no quería irse porque los amaba, sus lágrimas caían y su corazón se destrozaba
Los padres lo enviaron en una embarcación, su llanto era una marea de perturbación
Miró como levantaban sus manos con valentía, pero su corazón se partía
Llegaron pocos a Menfis -Egipto, todas sus almas angustiadas se percibían en conflicto
Su espíritu, en las noches visitaba a sus amados, estaban con los sacerdotes orando y calmados
Un día la desgracia los alcanzo, ellos unieron sus manos cantando con valor y el mar los cobijó
De dolor su espíritu gemía, miró a papá y mamá como se hundían
Exclamo, adiós amores de mi corazón, los buscare por todas las vidas con alma, espíritu y devoción
Mi alma se enternece de no morir con ustedes, pero algún día los encontraré mis seres
Realizó 7 días de ayuno y oración, horrando sus memorias de corazón
Siglos de siglos pasaron y no los encontraba, vidas de vidas donde no se hallaban
En los tiempos modernos sucedió el encuentro, pero ellos no se acodaban de siglos ancestros
Se conocieron en el despertar, hubo una linda química estelar
Tenían otros hijos, que amaban con el corazón, pero no se acordaban de él, olvidando su razón
Decía, los amo padres de mi bello sentimiento; ellos se asustaron y se fueron de momento
Lloró amargamente no deseaba estar en el ente
Decía al Creador, por favor que recuerden nuestro amor, no deseo sufrir con dolor
Los encontré y se olvidaron de su hijo, ya no me vale llantos ni crucifijos
La enfermedad llego a su cuerpo, ya estaba casi muerto
De repente llegaron al hospital, eran sus padres de corazón y del amar
Se abrazaron con infinito cariño, ella dijo, te recordamos mi niño
Hicimos la regresión, recordamos vidas unidas con fuerte intención
Te amamos hijo de nuestro corazón, la Atlántida nos unió con pasión
El llanto inundo sus almas, alegría sintió y regreso la calma
Dijo el hijo, gracias Dios, gracias madre y padre; los encontré nunca es tarde
Estamos unidos de corazón, por infinitas vidas de la constelación
Los amo padres con la fuerza creadora, soy feliz en el aquí y ahora
Lagrimas corrieron sin cesar, cerró sus ojos se fue por siempre a descansar.
Yider Elder Araque Cerón
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