Caminé en la vida con pasos de dolor, nunca supe que es amar de corazón solo sentía desamor
Desde niña fui abusada, en lo profundo de mi alma yacía saqueada y ultrajada
Mis padres fallecieron, anduve de casa en casa, maltrataron mi Ser y mi alma deshicieron
Me enamoré de un hombre pensando que iba a ayudar, solo me dio golpes y maltratos sin vacilar
Salí a buscar trabajo pero no encontré, estuve muy triste y a la calle me tiré
No era estudiada, pero si muy bella, me acosté con hombres y mi vida se atropella
Pasaron por mi Ser diferentes cuerpos, no sentía nada, para mi eran muertos
Gané dinero y al alcohol me segué, me hundí en lo oscuro y el mal encontré
Mi vida no tenía sentido, porque ya mucho había sufrido
Pero llegaste tú un día por coincidencia, saludándome con un beso y abrazo de transparencia
Mi alma se conmovía, mis lágrimas caían, te apreté fuertemente, encontré la paz en mi ente
Me dijiste, niña hermosa, ternura de mi corazón me llamo Arcángel y soy tu servidor
Te invito a las terapias para superar los vicios, nadie nos puede juzgar ni hacer juicios
Todos somos unidad en el Amor perfecto, tu espíritu se levantará con cariño y afecto
Asistía todos los días a las reuniones, el y yo fuimos amigos de corazones
Un día el me dijo, te doblo la edad, hemos sufrido demasiado, tu llegaste y el cielo me has dado
Si deseas quiero ser dueño de tu querer, amarte por siempre será mi deber
Yo le dije, claro que si corazón, te amo con toda mi fe, esperanza y razón
Cambiaste mi vida por completo, soy feliz, eres muy bueno y correcto
Besó mi mano, hicimos el pacto de amor, de vivir unidos con humildad y honor
Me cambio la vida por la unión con mi Arcángel, es un lindo humano y para mi es un ángel
Me sentí amada, valorada, ya que mi vida fue una cruzada
Formamos un hogar sin importar las vidas pasadas, somos felices como los cuentos de hadas
Lo amo profundamente, es alma gemela de mi ente
Nació un bello Ser, alegró nuestra existencia, se llama Adán, el principio de elocuencia
El amor no mira pasados, el amor no mira edades, todos hacia El Padre somos iguales.
Bendiciones,
Yider Elder Araque Cerón
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