Hola seres de luz,
Hoy vamos a hablar de esta típica frase que incluso yo la decía anteriormente ¡Porque Dios me Castigas!
Cuando tenemos una enfermedad, estamos sin empleo, falta dinero, nuestra pareja nos abandona, muere un ser querido, te insultan, peleas en el hogar, soledad y muchos aspectos más, se dice esta típica frase.
Pues humildemente les digo que Dios es amor total, no conoce el castigo, ya que es energía pura de todo lo creado, tangible e intangible; es el mismo Dios que hablaba el maestro Jesucristo cuando vino a dejar su mensaje a los humanos en la tierra, (quiero aclarar que el Dios que profesaba Jesús, no es el mismo del antiguo testamento, un Ser cruel, castigador, sin piedad de nadie, que mandaba a matar a niños, mujeres ancianos y vivir en guerra; ese dios era otro. Profundicen en el tema, hay muchas enseñanzas de ese dios castigador en libros e internet, “el que tenga oídos oiga, investigue y discierna”).
Siguiendo con nuestro tema, nosotros mismos nos castigamos, te daré algunos ejemplos:
- Tenemos una enfermedad que nos aqueja como gastritis, arterias tapadas, mala circulación, problemas cardiacos entre otros. Decimos ¡Dios porque me castigas! si yo soy fiel a ti, ayudo a los demás, soy buena persona…
Pero no reflexionamos y vamos al pasado de nuestra vida, donde nunca hicimos ejercicios, comíamos muchos alimentos saturados en grasa o a deshoras, tomábamos licor, fumábamos demasiado, manteníamos enojados, tristes, desesperados (recordando que las emociones también influyen en nuestro cuerpo) etc.
En muchos casos también nacen bebes con mal formaciones por malos hábitos o vicios en el embarazo. También las enfermedades de transmisión sexual son por no cuidarte en las relaciones, y lo más importante la pérdida de valores y amor por ti mismo.
Entonces ahí tenemos nuestras consecuencias en el presente, la culpa no es Dios o menos un karma.
- También cuando perdemos un trabajo nos quejamos ante Dios. ¡Señor porque!...
Pensaste por un momento y te diste cuenta que llegabas tarde, en horas laborales te ponías hablar con tus compañeros (as), fuiste corrupto(a), no cumplías a tiempo con tus deberes, eras mal hablado…
E aquí en el presente las consecuencias.
También te quejas por falta de dinero y le sacas en cara a Dios el porqué, pero recuerdas cuando malgastabas tu dinero, no te gustaba cierto empleo y renunciabas; tus ideas brillantes de emprendedor (a) no las llevaste a cabo…
- También cuando pierdes tu pareja y se va de tu lado, recuerdas cuando no le dedicabas tiempo, a todo momento lo regañabas, perdías el cariño sexual, llegaba de laborar y no le brindabas alimento, vivías celándolo, o tu jugabas con los sentimientos de los demás en tu juventud (este escrito es para hombres y mujeres en igualdad)…
- Otro punto cuando muere un ser querido, dices: ¡porque Dios mío! Si lo amaba, o la amaba…
Tenemos que tener en cuenta que no somos eternos y todo lo material tiene un siclo de vida, debemos aceptar con resignación este proceso ya que es triste pero normal. Recordemos sus buenas acciones y guardémosla en nuestro corazón.
Pero hay varios casos que se lamentan ante Dios por la pérdida de un ser querido, sus conciencias los acusan de no haberle pedido perdón, ya que estaban ofendidos con esa persona, o no haberla atendido en vida como se merecía…
Cuando alguien te insulta y tu le pones la queja a Dios, debes de recordar que tu anteriormente también insultabas, maltratabas y te burlabas de los demás.
Las guerras, las hambrunas son causadas por el mismo hombre ya que se alejó de la luz y buscó la oscuridad, la culpa no es Dios.
Como dijo nuestro maestro Jesucristo “lo que siembras recoges”, las energías fluyen y nuevamente llegan a ti.
Recuerdo una familiar muy cercana que tiene una hija adolescente y las dos discutían. Cierto día la joven tuvo un inconveniente con su madre, cuando la mamá se fue a trabajar, ella empacó en su maleta la ropa y se escapó de casa. La mamá cuando se dio cuenta, estaba desesperada buscándola y luego por fin dio con ella, se traslado a otra ciudad a traerla de regreso.
En su desespero la madre de la adolescente llama a su mamá (abuela de la niña) y el dice: mamá, mire esta chica lo que me hace, yo brindándole todo y ella se larga, me tiene desesperada no se qué hacer. La madre le responde: hija tú hacías lo mismo cuando tenías su edad, te ibas de casa, yo te buscaba desesperadamente y angustiada. Entonces estas recibiendo lo que sembraste.
Yo anteriormente me quejaba así, pero al evolucionar en conciencia me di cuenta de la realidad y el porqué de cada acontecimiento.
Pienso que el 95% de lo que nos sucede es por nuestra propia culpa y el 5% maldiciones generacionales y karmas que también podemos romper.
Entonces seres de luz, bendigamos todo momento y suceso de nuestra vida, (“gracias Dios por esta situación, me cubro el amor divino…”)
Aumentemos nuestra fe y vibremos en positivo. Sé que hemos cometido errores pero debemos aceptarlos, transmutarlos y seguir adelante en amor y luz.
Bendiciones,
Yider Elder Araque Cerón
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