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"Necesito comer un dulce, necesito amor"

 

El ser humano posee, a diferencia de otras especies, la capacidad de guardar en su memoria sucesos acaecidos desde sus primeros minutos de vida. Aunque no se sea consciente de esto, no existe acontecimiento vivido que no esté inserto en nuestro interior y, por lo tanto y en consecuencia, influenciando nuestro comportamiento presente y, por ende, nuestras emociones y cuerpo físico.

 

Es común el buscar (e incluso creer encontrar) las causas de algun padecimiento en algún hecho reciente ó no muy lejano al que le adjudicamos el comienzo y "la culpa" de el sufrimiento actual. No obstante, muchas de los orígenes de nuestras patologías no nos tienen al tanto de su existencia.

Cuando nacemos, lo primero que degustamos es la leche materna. Este alimento primero, le envía de inmediato una señal a nuestro cerebro que nos informa que esa persona con la que mantenemos contacto nos está nutriendo de amor.

 

El primer lazo afectivo que forjamos al llegar a este mundo es el vínculo materno y, en consecuencia, nuestro primer apego.

 

Este acto (el amamantamiento) permite al recién nacido comprender que, a través de ese lazo, de ese amor, se nos alimenta y se nos protege.

 

He aquí la clave de todo: La leche materna está endulzada.

 

Por lo tanto, cuando no nos sentimos completamente amados ó minimamente cuidados ó necesitamos afecto y demostraciones de amor, nuestro cerebro nos demanda el consumo de algún alimento con contenido de azúcar para "tapar" el hueco de carencia afectiva.

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Sin ser conscientes de esto, por supuesto, podemos consumir de manera desmedida alimentos o bebidas dulces perjudicando nuestro organismo y, para mayor agravante, sentir posteriormente una depresión ó tristeza que parece escaza de argumentos.

 

Una de las alternativas para solucionar esta problemática es, entonces, el comprender esta falta de cariño y el verbalizarla. Comunicar a los otros que necesitamos un abrazo, un cuidado, un beso, mimo o palabra... e indefectiblemente la necesidad -aparentemente física- que sentimos por comer dulces desaparecerá.

 

A-dicción significa No-decir, por lo tanto, la salida más práctica es aprender a hablar respecto de nuestras emociones.

 

Toda adicción tiene origen en alguna carencia ó mala experiencia de índole afectiva y, a su vez, cualquiera sea, puede tratarse controlando los picos de Hipo-glucemia que son esas órdenes que nos envía nuestro cerebro cuando necesita que de alguna manera le proveamos esa sensación de satisfacción y armonía que nos proporcionó en nuestros inicios aquella primer persona que nos demostró su amor.

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http://universosalud.jimdo.com/psicolog%C3%ADa-hol%C3%ADstica/adicci%C3%B3n-a-lo-dulce-y-carencia-afectiva/

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Comentarios

  • Gracias Maya por la luz que compartes. Bendiciones

  • Maya:

    totalmente cierto, la necesidad de lo dulce esconde necesidad de afecto.

  • MUCHAS GRACIAS QUERIDA MAESTRA MAYA  ,MUCHAS BENDICIONES

  • Querida Lylian, nuestra necesidad de amor, muchas veces la venimos cargando desde la etapa de nuestra gestación. La Meditación Llevando Amor a tu niño interior, ayuda a cambiar patrones, como "No merezco ser amado".

  • Jamás se me hubiese ocurrido relacionar la necesidad de comer dulce con la leche materna.

    Muchas gracias por compartir.

  • Gracias Maya,  muy interesante la información.  Bendiciones

  • Excelente! Bendiciones.Namaste
  • Gracias Maya.
  • Muy interesante. Gracias...:)

  • MUCHAS GRACIAS MAESTRA MAYA Y MUCHAS BENDICIONES

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