Roberto, de 18 años, creció en una familia desunida, no dialogaban en esta corta vida
Sus padres mantenían muy ocupados, eran dos reconocidos licenciados
El trabajo los adsorbía; estaban llevando a su hijo a una equivocada vía
Ellos pensaban que a Roberto, dándole todo lo material, sería un Ser especial.
Cuando Roberto iba pedir un consejo a su padre, él le decía, dile a tu madre
Ella, no le ponía atención, solo le decía, haz lo que desees corazón
Llevado por sus amigos empezó a ingerir ¨tachas¨, un mundo de las drogas, donde tu luz y el cuerpo sagrado ahogas
Se desaparecía por una semana, les mentía que estaba donde su novia Susana.
Juanita, creció en una familia de baja economía, donde su madre para sostenerlos trabajaba medio noche y todo el día
Su padre los había abandonado, a sus 17 años Juanita ingresó al mal no deseado
Sus amistades la incitaron a la perdición, el ¨bazuco¨ era su adicción
Por casualidades de la vida, Roberto y Juanita se encontraron; sus amigos los presentaron.
Formaron gran amistad, pero perdieron por su equivocada decisión la libertad
Se fueron de sus hogares, a vivir a horribles lugares
Dormían debajo de los puentes, la gente pensaban que eran delincuentes
Sus cuerpos se estaban agotando, la oscuridad los seguía gobernando.
Los padres de Roberto lo iban a buscar, le rogaban que volviera, pero él no quería regresar
La madre de Juanita, rezaba todos los días, le llevaba a la calle algo de ropa y algunas comidas
Le decía, hija mía regresa por favor, eres mi gran tesoro y amor
Estoy sufriendo y tus hermanitos te necesitan, de tristeza sus corazones habitan.
Juanita no le obedecía; estoy feliz aquí, le decía
Cierto día Roberto, estaba llorando, le dijo a juanita, mi amor, nos estamos destrozando
Esto no es una buena vida ni un hogar, vámonos de aquí corazón del amar
Busquemos ayuda para esta adicción, nuestra familia nos necesita, amado corazón.
Ella lo amaba tanto que lo abrazó y empezó a llorar; le dijo, amor salgamos de este mal lugar
Juntos lo superaremos y felices viviremos
Fueron a un centro de rehabilitación, donde dejaron día a día su adicción
Sus familias los apoyaban, entre todos se amaban.
Ahora viven felices y saludables; son dos seres llenos de luz muy amables
Terminaron sus estudios y son profesionales; realizan en centros rehabilitación labores sociales
Juanita a su familia les dio un mejor vivir, están unidos con la Fuente y su amado existir
Los padres de Roberto aprendieron una lección, que el dialogo y el amor familiar es la mejor inversión.
Las drogas no miran sociedad, llevando mucha gente a la oscuridad
Por favor eduquen a sus hijos en el amor, para que más adelante no les causen dolor
Aconsejen, estén pendientes de ellos, y vivirán todo los tiempos bellos
Gracias Dios por estar en unidad, el verdadero amor va cambiando a la humanidad.
Bendiciones,
Yider Elder Araque cerón
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