A LOS CRISTOS ROTOS QUE ANTECEDIERON A LA NUEVA HUMANIDAD

 

Sí, así llamo a las personas que no reconocen el amor en ellas mismas, aquellas que menosprecian a otros por su condición y se consideran superiores por sus logros materiales, aquellas que aún no se aman a sí mismas y no han encontrado el AMOR en sus propios corazones.

 

Todos somos unos CRISTOS ROTOS cuando no somos todo lo grandes que somos llamados a ser, cuando nos encerramos en nuestras torres de marfil y somos indolentes con los demás.

 

Hoy recuerdo mis juveniles amoríos, mis amores maduros y mis amores imposibles o no correspondidos, todos me dejaron grandes lecciones en el amar. Unas veces gozosas, otras dolientes pero todas me enseñaron a ser una mejor persona.

 

Desde niña trate con igual respeto a todas las personas, nunca hice acepción de ellas, para mí una compañera de carpeta o el hijo del guardián eran mis amigos y los trataba con igual respeto, sólo me importaba compartir mi humanidad con ellos en el aquel momento presente.

 

Nunca me fue fácil incorporarme a lo establecido, jamás obedecí leyes insensatas que en mi fuero interno no fuesen significativas. Sólo fui fiel a mi más elevada moral interna que mi corazón desde siempre lo mantuvo inscrito por gracia de Nuestro Creador. Eso indudablemente me convirtió en un ser asistémico y apenas a los doce años me volví una ermitaña. Me refugiaba en la soledad de la naturaleza, mi mundo se restringió a unas pocas amistades profundas y muchos maestros ancianos a los que siempre acudía para ser instruida en el arte de cultivar el silencio interior.

 

En ese caminar, solitario y apacible, descubrí que estaba en medio de miles de Cristos Rotos y andariegos, de muchas personas enajenadas de su verdadera esencia y por donde volteaba los ojos sólo encontraba tristeza, vacío, decepción y desolación. Me sentía distinta, algo en mí me empujaba a ir dentro y cada vez más dentro, nada de fuera capturaba mi interés, todo lo consideraba una distracción. Fue así que descubrí a la temprana edad de quince años mi verdadera vocación, había nacido para expresarme con la palabra escrita y con mi voz, ha sido un largo camino de maduración pero jamás dejé de cultivar mis talentos, ya sea en soledad o en compañía, buscaba la forma de mejorar mi capacidad de entrega a la humanidad.

 

Afortunadamente descubrí mi verdadero YO, nací en 1956 cuando ya se encarnaban muchos seres índigos, yo soy uno de ellos, siempre me sentí fuera del tiempo, mi lugar de refugio fueron las estrellas, el firmamento, el mar y su inmensidad. Me consideraba una visitante de este planeta, pues habiendo descendido de otras estrellas, la conducta de muchos seres me causaba dolor. Cuando apenas tenía veinte años ya vislumbraba los albores de la nueva humanidad, pero nadie estaba atento ni comprendía mi visión futura. Mis visiones para muchos eran fantasías irreconocibles y me aconsejaban callar o guardar mis escritos. Hoy después de casi cincuenta años recién comprenden lo que está sucediendo en la Tierra y que se hará evidente en la próxima generación, muchas almas encarnadas hoy son seres muy evolucionados que vivirán en la cuarta y quinta dimensión.

Los niños cristal y arco iris que hoy se encuentran encarnados, son seres muy evolucionados que traen grandes enseñanzas de amor incondicional, son amorosos, sensibles, generosos, llenos de luz divina y de compasión. Yo me sorprendo la espontaneidad de estas maravillosas criaturas que con solo mirarnos nos perciben y pueden elevar nuestras conciencias de luz. Son muy sociables, desprendidos, directos, íntegros, psíquicos y alegres, tienen las cualidades de los nuevos hombres  y mujeres de luz. Traen las hebras de sus ADNs totalmente conectadas y sus glándulas pineales activadas en plenitud. La triada de glándulas, pineal, rima y pituitaria laboran interconectadas lo que hará posible la conexión telepática con seres de dimensiones superiores. En los próximos decenios la comunicación angélica será permanente, el velo de la ignorancia se irá corriendo paulatinamente y haremos posible una vida libre de enfermedades del alma, de la mente, del cuerpo y plenas en sabiduría. Viviremos comunitariamente en paz compartiendo generosamente  y solidariamente bienes y tareas, no existirá lo privado, no habrá codicia ni ansias de posesión, en todos los aspectos de la vida.  Viviremos plenamente desde el cuarto nivel de conciencia del amor desinteresado. Una vida apacible y plena se hará realidad para todos los habitantes de GAIA.


Estamos en los albores de la ERA DORADA ingresando a la sabiduría divina y universal en todos los ámbitos existenciales. Somos los pioneros de la nueva humanidad y seremos recordados como los guerreros de la luz que hicieron posible la instauración del nuevo orden basado en el amor incondicional.

 

Perseveremos en hacer realidad el CIELO en la TIERRA, seamos ejemplos de luz para las generaciones venideras, no tengamos miedo a ser excluidos, solo aquellos que están dormidos y no reconocen el amor en sí mismos son los que nos rechazan. Oremos para que todos los seres despierten y se haga la paz en todo el Planeta.

Oremos para que los seis orígenes del mal sean purificados y nuestras oraciones por la paz sean escuchadas.

 

OM PAZ AMÉN

 

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